Volver al cole no es duro solamente para los adultos, sino que a los más pequeños les supone también un “síndrome postvacacional”. Y más después de haber pasado tantos meses en casa.
Se trata de una etapa transitoria que suele durar unas semanas, en la que nuestros hijos pueden presentar diversos trastornos psíquicos provocados por el estrés como cansancio, apatía, tristeza, ansiedad, irritabilidad y falta de atención.
Para hacerlo lo más fácil y llevadero posible, desde Atuladofarma os dejamos algunos consejos:
- Volver paulatinamente a lo cotidiano es muy importante. Uno de los momentos más difíciles es la vuelta a los madrugones, ya que los ritmos de vigilia y sueño necesitan un periodo de ajuste a las nuevas rutinas. Es muy importante que el niño descanse lo suficiente y que se alimente bien. Por ello, es importante anticiparnos una semana o diez días antes del comienzo de las clases adaptando los ritmos al nuevo horario, adelantando cada tres días todas las acciones (levantarse, desayunar, comer, acostarse, etc.), para realizar una adaptación progresiva. Le ayudará física y mentalmente. También será importante cumplir estos horarios durante los fines de semana.
- La actitud de los papás cuenta, y mucho. Aunque tu estés sumido en la más profunda depresión postvacacional, no es aconsejable que lo exteriorices delante de tus hijos. No puedes pedirles positividad y buen ánimo ante la vuelta al colegio si tú estás hundido porque has vuelto a tu trabajo, ya que los niños aprenden por imitación. Muéstrate confiado y alegre ante los retos de esta nueva etapa.
- Es necesario hablarles de las cosas positivas que implica el inicio del nuevo curso, como encontrarse con sus amigos, conocer niños nuevos, aprender cosas, realizar excursiones, etc.
- Realiza actividades físicas con ellos por las tardes y evita el sedentarismo. En lugar de que estén viendo la televisión o jugando en el ordenador, haz actividades como ir al parque, montar en bici, patinar… De esta forma liberan el estrés acumulado y eliminan de sus mentes sus preocupaciones y miedos.
- Si los primeros días que le dejes en el colegio se queda llorando, no alargues la despedida. Si lo haces, separarse de ti le resultará más difícil y aprenderá a recurrir al llanto para permanecer contigo unos minutos más.